martes, 13 de mayo de 2014
Hoi An, Vietnam
La visita a Hoi An sabía que iba a ser intensa pero fugaz ya que para abaratar costos decidí comprar un Open Ticket desde Hanoi a Hoian. Por USD 50, este ticket lo podría utilizar luego hasta Ho Chi Minh, siguiendo con mi ruta de norte a sur del país. Estos buses son sleeping bus, quiere decir que los asientos se reclinan hasta quedar completamente en posición horizontal. Además el bus que nos tocó tenía wifi, nada mal siendo que tenía toda la noche de viaje. El personal del bus es poco amable, el bus hace muy pocas paradas y va subiendo gente por el camino, además que no hablan inglés así que te sugiero que si te tienen que esperar en la terminal preguntes de antemano el nombre de la misma y la hora de llegada, la cual varía bastante de un viaje a otro, no cumplen con la hora estipulada, hay que tomarse el viaje con mucha paciencia.
Viajaba con Matilde, y para nuestra grata sorpresa el hotel quedaba muy cerca de la terminal de buses, unos 10 minutos caminando: Huy Hoang, está prolijo y muy bien ubicado, además alquilan bicis y te dan un mapa con los lugares de interés por los alrededores.Lo recomiendo.
Alquilamos unas bicicletas y salimos de recorrida por los alrededores.
Hanoi es famoso por el shopping a medida, confeccionan ropa a medida para hombres y mujeres, más precisamente vestidos y trajes. Las casas Tienen catálogo, te toman las medidas y por encargo lo tienes de un día para el otro. Un vestido de fiesta hecho a la medida cuesta entre USD 35 y USD 40.
Me di una recorrida por estas tiendas, elegí la calle Nguyen Thi, y sinceramente no he visto ningún diseño muy especial, pero será cuestión de gustos.
Continúe mi paseo por la Av. Bach Dang hasta el puentecito peatonal. Hanoi es hermoso. Sus edificios históricos, viviendas, templos, palacios residenciales con un estilo muy colonial, con pequeños detalles estilo japonés, con sus faroles y palmeras en sus entradas, casas con postigones en madera gastados por el paso del tiempo, veredas construidas con piedras, comercios con toldos en tela, calles angostas, es un lugar muy cálido que te invita a caminar sin prisa y sin obviar cada rincón para volver atrás y fijarse en nuevos detalles.
Casi al final del tramo Bach Dang hay un puente peatonal que une la península de Hoi An con An Hoy, con unos barcos estacionados en el Río Thu Bon.
En ese mismo extremo se encuentra el Puente Japonés, construido en el siglo XVI, tiene forma de arco y está cubierto de tejas esmaltadas, por lo que leí la construcción comenzó en el año del mono y finalizó en el año del perro de ahí que en sus extremos figuren dos figuras de perro y dos de mono. Si lo cruzas hay básicamente una avenida comercial, plagado de tiendas.
Debido a que disponía de poco tiempo, de los lugares históricos que tenía el mapa elegí –La Casa Capilla de la familia Tran – ubicado en el No 21 de la Av. Le Loi. Construida hace 200 años por Tran Tu Nac, mandarín del emperador Gia Long, es unpequeño museo familiar con recuerdos de viaje y objetos rituales, está rodeada por un jardín decorada con muebles de distintas épocas. Perfectamente podría haber obviado esa visita, nada especial para mi gusto.
No podía irme de HoiAn sin conocer la playa, a unos treinta minutos en bicicleta del centro de HoiAn . De camino me impactó el cambio estético de sus calles, parecía estar en una ciudad del interior de mi país en contraposición al casco antiguo que había conocido el día anterior.
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