sábado, 10 de mayo de 2014

Hanoi, Vietnam

La República socialista de Hanoi me esperaba con sus banderas rojas ardiendo en todas sus calles, país con un largo pasado de lucha y resistencia en contra de la colonización Francesa y a posteriori haciendo frente a EEUU en la guerra de Vietnam, una mezcla de antiguo y moderno, con la puerta de la ciudadela en la parte del casco antiguo de la ciudad, modernos cafés internacionales en sus calles, las mujeres vietnamitas con sus cestos de bamboo equilibrados en su hombro a través de un largo palo de madera, sus luminosas galerías de indumentaria femenina y arte moderno.
¿Por dónde comenzar a recorrer la ciudad?, estaba en Asia Star Hotel que se ubica en la zona antigua de la ciudad y del mercado Dong Xuan, por lo decidí caminar por los alrededores para contemplar las escenas de la vida cotidiana Vietnamita.
El mercado es una construcción antigua y inmensa, de tres pisos, abarrotado de personas y mercancías, en este sentido no escapa a los mercados asiáticos a los que vengo acostumbrada en estos días, quizá con más variedad y mejor precio. Por lo que leí el mercado fue construido por los Franceses y reconstruido hace unos 20 años tras un incendio. Abre de 06 a 18horas todos los días.
Es curioso el nombre de las calles en este circuito urbano, llamó mi atención la cantidad de nombre que comienzan en “hang”, resulta que este término significa mercancía de modo que cada calle tiene su profesión, así está el “Hang Giai” la del café, “Hang Tuong” la de las sandalias, “Hang Bac” la calle de los joyeros. En particular me atrajo la calle Giai, un aroma exquisito, para caminarla despacito saboreando cada puesto con sus tarros de diversos tipos de café artesanal medio abiertos.
Otra peculiaridad es que los edificios son bajitos, de tres o cuatro pisos, y que las calles son estrechas, el tráfico de motos, bicis y trimotos es en abundancia y bien desordenado, tanto así que por momentos me daba la impresión de estar en medio de los autitos chocadores de un parque de diversiones pero con un plus, no se chocan en apariencia, tienen una facilidad tan admirable para esquivarse y que su desorden funcione.
Siguiendo con las peculiaridades, en algunos comercios las personas tienen la costumbre de quitarse los zapatos antes de entrar, lo he visto en algunas tiendas de ropa.
Las personas se reúnen en la calle, por lo que pude suponer a hacer una especie de olla popular, no me parece muy incoherente siendo que el salario medio ronda en unos USD 200 mensuales. Con relación a la comida, se cocina en puestos ambulantes en cada cuadra, preparan comidas medianamente elaboradas con mucha facilidad y se utilizan mesas y banquitos como los que usaba cuando estaba en jardinera, son muy bajitos, supongo que es un tema cultural porque en todos lados se estilaba.
Un día mientras tomaba una cerveza en un Pub Irlandés, sentí sirenas y me asomé al balcón, estacionó una camioneta de militares, se bajaron, abrieron la caja de la camioneta y comenzaron a subir los banquitos y mesas de los puestos callejeros, quedé perpeleja, supongo que existirá alguna norma sobre el horario de cierre de este tipo de comercios, me voy con la duda.
Son muy pintorescos los gorros de bamboo vietnamitas, que por lo que vi en los museos es un atuendo que viene de largo tiempo atrás, le dan un toque distintivo a este país.
Unos días antes de emprender viaje, una amiga me prestó un libro que creo que lo debemos leer todas las mujeres, llamado “Feminismo para principiantes”, venía pensando sobre las mujeres y la lucha histórica por derribar un montón de herencias machistas, algunas que siguen vigentes hoy en día tan sutiles como crueles, por lo que comencé mi siguiente día visitando el Museo de la Mujer Vietnamita.
La entrada al museo me costó unos VND 30.000 USD 1,5) con mi tarjeta de estudiante, y el horario es de 08 a 17hs; en Vietnam la mayoría de museos tiene ese horario, algunos con una hora de corte al medio día. Cuenta con tres pisos, uno dedicado a la mujer como seno de la familia; el segundo sobre la mujer en el correr de la historia, y el tercero dedicado a la moda femenina. Estaba particularmente interesada en el segundo piso, y como llegue a las 16hs tenía solo una hora para recorrer así que profundice en este segundo piso. Salí nuevamente a la calle con otra visión de esas mujeres Vietnamitas que tuvieron un papel activo en las guerras de liberación. Una guerrillera comunista muy homenajeada era Ho Thi Bi que se unió a la armada en el 1946 cuando los franceses re invadieron Vietnam. “Mujer bonita es la que lucha”
Terminé mi día a orillas del Lago Hoan Kiem, que constituye el centro de la ciudad, es inmenso y por la tarde atrae muchos visitantes, muchos hacen Tai Chi o ejercicios de estiramiento en sus alrededores.
Existe una leyenda en torno al lago, cuenta cómo el pescador Le Loi, al sacar su red del lago, encontró una espada que creyó enviada por los dioses para expulsar a los chinos, terminada la guerra (1428) y luego de ser nombrado emperador, se dirigió al lago y fue entonces cuando vio salir de él una tortuga gigante de doro que tomó la espada y la devolvió al fondo del lago. En uno de sus extremos, y a través de un puente rojo, se encuentra el templo Ngoc Son dedicado a héroes y divinidades de la cultura vietnamita, en el se puede observar el monumento a la tortuga gigante. Delante de las figuras hay un pequeño altar con inciensos, frutas, y donde los visitantes pueden orar y dejar dinero; esto es algo común en los templos, y que se deje dinero luego del rezo también.
Para el día siguiente tenía varios paseos programados en mi itinerario, y dado que el horario de la mayoría de los museos es el mismo (de 09 a 17hs aproximadamente) y dado que era mi último día entero en Hanoi tenía que organizarme bien. El Mausoleo de Ho Chi Minh abría sus puertas hasta poco antes del medio día, por lo que decidi comenzar allí el día. En su interior, el presidente se encuentra embalsamado, al igual que Lenin en Moscú. Al llegar me asombró la extensa fila de personas que esperaban para rendir homenaje a Ho Chi Minh, era un primero de mayo, lo asocio a que era un día feriado, y que es aniversario patrio en Vietnam. Al acercarme a la entrada me informan que no podría ingresar ya que vestía short y las mujeres debemos ingresar con pantalones largos. Ya me habían advertido sobre lucir este tipo de atuendos en algunos templos, básicamente en Tailandia, donde las mujeres debemos ingresar con hombros cubiertos y con pantalones largos, pero jamás me imaginé que lo mismo sucedería en el mausoleo del ex presidente de Vietnam, saqué una foto por fuera y nos fuimos a buscar bicicletas para alquilar.
Para nuestra suerte hay varios centros de alquiler de motos y bicicletas aunque estas últimas son menos usuales. El alquiler por todo el día cuesta unos USD 2, en algunos lugares te piden el pasaporte, en otros con la tarjeta de estudiante o algún documento ya es suficiente, siempre trato de evitar dejar mi pasaporte ya que extraviarlo me generaría demasiados inconvenientes. Me dio mucha ternura el cuadernito con las anotaciones de quienes nos llevábamos las bicis, me hizo acordar a los tiempos en los que visitaba a mi abuelo y me encargaba algún mandado y el almacenero le fiaba cargándole la cuenta en una libretita que rigurosamente saldaba al finalizar la semana.
Elegido y solucionado nuestro medio de transporte nos dirigimos hacia el Museo de la Historia de Vietnam, está ubicado en la zona donde antiguamente se estableció la concesión francesa en Vietnam y expone una colección de piezas arqueológicas y fotografías sobre las distintas generaciones y construcción del país desde la prehistoria hasta el año 1945. Los paneles informativos están traducidos al inglés y al francés lo que facilita a la comprensión del visitante. Es aconsejable si disfrutas de este tipo de objetos históricos, aunque me lo saltearía si estuviera con tiempo limitado. El Museo que si me ayudó en la comprensión de la historia es el Museo de la Guerra, es una narración a través de imágenes, como critica hay documentos que no están traducidos al inglés y que me quedé con ganas de conocer su contenido, pero si lo haces con tiempo y en orden cronológico, habiendo leído algo de la historia antes de ir, creo que puede ser muy útil a mi me ha cambiado la mirada del país una vez que salí de allí. Otra visita obligatoria es el Museo de la Prisión, es un edificio que fue construido por los Franceses como cárcel, en el estuvieron encerrados y murieron muchos combatientes por la independencia y en 1973 varios prisioneros norteamericanos. Gran parte de la prisión fue demolida pero queda una parte que se conserva en forma de museo. En ella hay una colección de documentos, fotografías, la guillotina usada en las sentencias de muerte, las cadenas con que se sujetaba a los presos al catre.
Llegaba el día de despedirme de Hanoi pero no sin antes visitar el Templo de la Literatura. Fue construido en el año 1070 por el rey Ly Thanh Tong en honor a Confucio, uno de los más grandes filósofos chinos y lo más curioso era que, en sus inicios era una universidad en la que solo podían acceder los miembros de la nobleza; más adelante abriría sus puertas a los mejores alumnos de cada provincia, los vencedores de los certámenes literarios. En el interior se encuentran estelas con los nombres de los literarios vencedores de dichos certámenes apoyadas sobre grandes tortugas de piedra símbolo de longetividad y de la naturaleza eterna del saber. También como curiosidad, al tercer patio solo podían acceder quienes hubieran demostrado talento para componer obras poéticas.

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