jueves, 15 de mayo de 2014
Mi primer mes de viaje ...
Ayer cumplí un mes desde que inicie el viaje, un 14 de abril, con una partida incierta dado que mi vuelo no estaba confirmado.
Me está pasando que voy perdiendo capacidad de asombro por los países que visito, recuerdo cuando llegué a Filipinas, con su naturaleza avallasante, sus playas de agua cristalina, las playas más hermosas que haya visto jamás, solía sacar una foto cada paso que daba, ahora estoy en Tailandia y como mucho he sacado unas veinte fotos, no digo que no sea un lugar hermoso, que de hecho lo es, sino que me resulta más de lo mismo, cuando hice el tour y me dieron el snorkel ya sabía cómo utilizarlo y ya me había enfrentado a los miedos que respirar por la boca me producía, de todos modos eso hizo que lo disfrutara más y más relajada también.
A su vez siento que algunos fantasmas van desapareciendo, recuerdo cuando llegué a Shangai y me tocaba compartir cuarto con dos hombres, hoy estoy durmiendo sola en una habitación compartida y el miedo no me invade, asimismo recuerdo cuando pisé Hong Kong y me asustaba la diversidad de etnias, hoy me cruzo con mujeres del Islam y de la India y convivo con naturaleza. Con esto no digo que no tenga ganas de saber sobre ellas, me generan un montón de preguntas sobretodo relacionas con su velo , su religión y creencias, pero es eso, creencias que tal vez solo deba respetar. Ayer cuando viajaba en barco hasta la isla Phi Phi, el barco se movía mucho de un lado a otro, al principio luchaba contra el balanceo tratando de volver a mi postura original, luego cuando fui acompañando ese balanceo fue todo más fácil, a veces sea mejor dejar fluir, y fluir en el proceso.
Por otro lado, las incertidumbres y afectos que tenía en Montevideo me siguen acompañando en mi viaje, eso no cambia, este donde este me invaden algunos estados anímicos que he visto que son cíclicos en mi, al igual que los afectos, los llevo conmigo para donde vaya, lo que he generado en los que quiero y lo que ellos generaron en mí, está intacto, esperando un reencuentro. Más allá de eso estoy conociendo muchas historias de almas viajeras y aventureras y me asombra todo lo que podemos compartir en tan poco tiempo, no se si nos volveremos a ver, pero lo vivo intensamente, como viejos amigos.
Antes de partir de viaje estuve leyendo un libro que se llama “Las voces del Desierto”, me atrapó muchísimo la historia de esa mujer americana que deja su vida unos meses para emprender un viaje con una tribu aborigen.En el libro contaba que algunas tribus abandonaban el nombre que se les ha dado en el nacimiento para llamarse maestra en alguna disciplina en la cual se destaquen, así hay maestros en medicina, maestros en costura, me fui de Montevideo pensando ¿en que soy maestra? Espero el viaje sea un paso más para descifrarlo.
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